Alma de una joven asesinada deambula por Chunchuri

El Mercurio (Antofagasta, Chile) martes, 26 julio 2005
Después de una semana de hallado el cadáver, comenzaron a ocurrir hechos inexplicables.
Los perros ladraban a medianoche, sin motivo alguno. Por las polvorientas calles no transitaba
nadie, pero ellos defendían cada hogar de algo que nadie podía ver. Pasaban los días y la situación continuaba igual, a lo que se sumaban conversaciones de vecinos que decían escuchar golpes en sus ventanas, como si alguien quisiera entrar.
Una de las afectadas relata que ella ha sentido la presencia de alguien y con el tiempo ha asumido que es el alma de la joven fallecida. “Ella está pidiendo ayuda o justicia. Cuando le voy a dar comida a los gallineros, siento su presencia en mi espalda, sé que está al lado mío, y yo le digo que no nos moleste más porque no le hemos hecho nada. Incluso, le ofrezco algún cigarrito y le enciendo uno y se lo dejo afirmado en algún palo. No sabemos que es lo que quiere. Incluso, un pariente llegó hasta mi casa y la vio asomándose por la puerta. Dice que mostró sólo la mitad de la cara y se dio cuenta que era ella, la vio claramente”.