La Casa Blanca parece estar frecuentada por extraños seres.

"He estado aquí 11 años y nunca he visto una cosa así", dice Vickie Agler, ayudante al portavoz del presidente. Sucesos insólitos suceden con cierta frecuencia en la sede del gobierno estadounidense. Una luz intermitente que vagaba por los pasillos, el coche de colección del senador Ken Chlouber, un Chevy negro de 1998 adornado con llamas en cada lado, fue robado del garaje del Capitolio bajo las narices de la policía y las cámaras de seguridad, etc.
En medio de todo esto, lo legisladores se muestran inquietos ante un grupo de activistas que ha amenazado con llevar la guillotina al Capitolio. Este grupo, liderado por la enfermera Betty James, protesta en favor de los derechos civiles. En un reciente mensaje dirigido al portavoz de la Casa Blanca Doug Dean, James exigió una "exhibición inmediata del último recurso del pueblo: la guillotina", para recordar a los legisladores donde reside exactamente la "soberanía popular".
Incluso llamó a los encargados de la seguridad del Capitolio para preguntar por la mejor forma de llevar la guillotina. Por supuesto, los oficiales le dijeron que no podía hacer tal cosa: "La gente se vuelve más dramática, trata de exagerar la situación", declaró el capitán de la policía Doug Shelton.
El suceso más extraño es el que se refiere al regreso de uno de los fantasmas legendarios del Capitolio. Los porteros de noche dicen verlo flotar por los pasillos. Lo describen como la figura de una mujer anciana, vestida en negro y con los brazos en cruz. "No tengo ninguna idea sobre quién puede ser ella", dice Ron Enriquez, empleado del edificio, "estaba en shock. Estaba asustado". El senador Ed Perlmutter ha añadido: "Creo que permaneceré aquí hasta tarde y veré si ella se muestra".
Nota: Año 2002